Aquest cap de setmana respira kayak i psicobloc per les venes. La meteo pinta bé en quant a sol i calor, però i el vent... Us deixo un article extret del Martín Costa, un entès en la matèria.
Meteorología para Kayak II: El viento
El sol sale para todos, pero no calienta igual a todas las partes del planeta. Ya sea por efecto de la inclinación del eje terrestre que causa las estaciones o porque las distintas superficies absorben el calor de manera distinta, el resultado es que nuestra atmosfera en está en constante movimiento. El aire se calienta y sube, dejando un espacio vacío que tiene que ser ocupado y las masas de aire empiezan a circular, generando viento y transportando humedad, dinámica esencial para la vida en la Tierra, y para los deportes de vela.
Para nosotros los kayakistas, el viento es más bien un obstáculo inevitable en nuestras travesías por lo que nos conviene ponerle tanta atención como aquellos que se benefician de él.
Estas diferencias de presión en la atmosfera producen un desplazamiento del aire de las zonas de alta presión hacia las de baja presión que sumada a otros factores como la gravedad, las fuerzas de Coriolis, la fuerza centrífuga y la fricción terminan por generar un viento que determinará nuestro andar sobre las aguas.
El viento está definido por la intensidad ( o fuerza ) con la que sopla y por la dirección de donde viene. Normalmente lo encontramos denominado en nudos ( 1 nudo = 1 milla marina por hora = 1.85 km por hora ) y la dirección basada en las 8 direcciones de la rosa de los vientos ( N, NE, E, SE, S, SW, W, NW )
Para simplificar la cosa, Sir Francis Beaufort, marino inglés, desarrolló una escala empírica sobre los efectos del viento sobre las velas, que posteriormente fue asimilada al efecto sobre el mar y asociada con la intensidad del viento medida por un anemómetro. De ahí salió la escala de Beaufort y en el siguiente cuadro la vemos asociada a la escala de Douglas sobre el efecto en el mar:
Resumiendo, 0-3 todos remamos felices, 3-4 empieza la diversión, 5 los nuevos sufren los experimentados se divierten, 6 los experimentados se aplican los nuevos se dan vuelta, 7 todos sufren, 8+ todos se dan vuelta, puerto cerrado.
Como habremos podido deducir, las olas son producidas por el viento. Cuanto más tiempo y fuerza tiene el viento para soplar sobre las olas sin obstáculos, más se desarrolla la ola. En un lago, las olas serán más grandes en la orilla hacia donde sopla el viento. En el mar se complica más, ya que puede haber un mar de viento ( olas causadas por el viento ) y un mar de fondo ( olas que viajan desde tormentas lejanas ), y no necesariamente en la misma dirección.
Dado que los kayaks navegan normalmente cerca de la tierra, debemos también tomar en consideración el efecto de la geografía en el viento, para buscar las orillas más protegidas o evitar los corredores de viento.
Otro aspecto a considerar es que el viento en la orilla es siempre menor que mar adentro, ya que los obstáculos terrestres afectan el viento tanto a barlovento ( viento arriba ) como a sotavento ( viento abajo ) y dependiendo de la altura del obstáculo.
En los lagos interiores los vientos pueden diferir mucho de los vientos marinos. Hay fenómenos de vientos locales, que son causados por diferencias térmicas más que por gradientes isobáricos. El más común en Chile es la virazón o brisa marina que sopla desde el mar tierra adentro ( viento W ) una vez que el sol empieza a calentar y el análogo terral que sopla durante la noche hacia la costa ( viento E ).
También son comunes en las zonas montañosas los vientos catabáticos, que bajan por las laderas de las montañas, produciendo turbulencias y llegando a niveles peligrosos en las zonas de glaciares y fiordos, donde son conocidos como williwaws y pueden llegar a los 120 nudos. Otro tipo de viento catabático es el puelche, que viene de las pampas argentinas y sopla cálido desde el Este anunciando lluvia.
El viento es el principal elemento atmosférico que nos afecta. A partir de los 10 nudos, ya tendrá algún efecto sobre nuestro andar, a los 20 ya nos impide alcanzar un kayak en caso volcamiento y a los 30 prácticamente impide avanzar a un kayak. Tomémoslo siempre con especial consideración al salir (o no) a remar.
Queda pues para el último artículo de la serie lo relacionado con los patrones del clima y la interpretación del meteo.
Pendientemente,
Martín
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